Sobre galaxias y astronautas

Reflexiones sobre la labor de un guía del espacio en la galaxia de una exposición de arte

Originalmente publicado en el Catálogo del 45 Salón Nacional de Artistas- El Revés de la trama.  (P.392)


Del espacio exterior [1]  al espacio expositivo hay tan solo unas bombillas de distancia. En esencia ambas son frías, silenciosas e inaprensibles; también mutantes, con el tiempo de transformación proporcional a su tamaño. Por esto, no es casualidad que, para el 45 Salón Nacional de Artistas, los Guías del Espacio decidieran ser astronautas. 

Ya muchos han hablado del espacio expositivo como un dispositivo desactivador de la obra [2] , un espacio sepulcral donde se escinde el arte y la vida [3] . Allí, las creaciones de los artistas se ponen sobre una mesa de autopsia y se exhiben desarticuladas como las estrellas flotantes entre la masa negra de una galaxia. 

La sala de exposición es un lugar de individuación. Basta con ver la coreografía de quienes entran en ella para notarlo. Incluso si se va en grupo o en pareja, son muy pocos los que se mantienen así hasta el final, con el vistazo de la segunda obra se disuelven como planetas lejanos.

Los visitantes acostumbran a realizar su danza en silencio, recorren la sala con una actitud reverente y veloz que cuida de no perderse de ninguna de las obras. Incluso los niños se recriminan entre ellos, porque "Shhhh, estamos en un museo, acá no se hace ruido", y caminan en silencio, apabullados por el peso de la asepsia. "El espectador es una figura pensada para ver a distancia" [4] , como a través de un telescopio. 

Es en este panorama donde el guía actúa: como habitante del espacio conoce las distintas estrellas que lo rodean, medita en el firmamento y busca constelaciones entre ellas. Se especializa en señalar lo inesperado, trabaja desde el plano de la fantasía y ve aquello que no suele ser visto. Mira con ese lente especial que intenta enlazar todo y hacerlo aprehensible, interesante, divertido, real o ficcional. 

Una vez construye su particular mapa astral, intenta hacer funcionar la obra, conectarla con la vida nuevamente, conmover y emocionar a los visitantes. Lo hace a través de citas, cifras, azares, vueltas, saltos, discontinuidades, ficciones, realidades, escritos, materiales y cuentos que al final terminan cargando la obra de una nueva vida, como si se le diera respiración boca a boca en busca de un nuevo aliento.

La obra de arte se conecta de nuevo a la vida a través del guía, porque cada una de las visitas activa una intención de la obra al conjugarla con la mirada del espectador. Porque, como ávido astronauta, el guía sabe que cada persona que se adentra en el cubo blanco viene cargada de sus propias concepciones, ideas, inquietudes obsesiones, pensamientos, y que estos son un suelo fértil para el juego. 

Los astronautas rompen la barrera del telescopio, invitan a los visitantes a estar cerca de las estrellas, tan cerca que con estirar la mano las podrían agarrar. Señalan que aquello que sucede en el espacio afecta la vida y viceversa. Este lugar intergaláctico, y lo que se encuentra dentro, no debería ser ajeno. El arte sí toca al visitante y hace parte de la vida en la que diariamente flotamos. 

Por otro lado, el guía es aquel que ve el espacio aun cuando no hay ningún telescopio apuntando. Tiene una relación con la sala distinta a la de cualquier otro agente: el espacio se vuelve su taller, su lugar de juego y hasta su morada de descanso. Conoce sus ritmos. Sabe, por ejemplo, que en ciertos lugares los vigilantes de seguridad realizan el acto performático de levantarse cada vez que una persona entra a la sala. 

El guía nunca anda "encartado" porque siempre sabe dónde dejar su equipaje, sabe dónde guardar las cosas y qué hacer para encender las obras. Ve cuando se apagan las salas. A veces, sabe cuáles son los lugares donde nadie entra, y huye a ellos como un resguardo de sus momentos de tedio. 

Así, el astronauta vive en la galaxia, trabaja y expande los problemas e inquietudes de los artistas y los curadores. Es habitante y co-creador de mundos artísticos que se comparten con los visitantes.


1 Entiéndase espacio exterior como aquello que se encuentra fuera de nuestra atmósfera terrestre. 

2 Miguel Ángel Hernández Navarro, "La parte del espectador: arte y experiencia estética en la literatura de Enrique Vila-Matas", en Enrique VilaMatas Ciclo Perfiles (CENDEAC, 30/10/2017), https://www.youtube.com/ watch?v=-HpyG-sE6z8&t=5371s. 

3 Aura Fernández Polanco, "Ver a distancia", en Lecturas para un espectador inquieto (Madrid: CA2M, 2012), 35-67. 

4 Aura Fernández Polanco, "Ver a distancia".

Instagram: @arteopsis 
Cel: 3046310381 
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