Comer es una relación de dominación entre quien come come y es comido. Desde una perspectiva occidental, sentarse a la mesa es desubjetivizar lo que está en el plato y consumirlo.Sentarse a la mesa es tambien negar la parte inferior del cuerpo y ocultarla bajo el mantel 

Lo que comemos entra a nuestro cuerpo y lo transforma, esto hace del comer un acto generativo. Nuestro cuerpo reacciona a lo que comemos, se hincha, se encorva, agarra o suelta, se despierta o se duerme.
Nos creamos y recreamos a partir de lo que comemos.

Comer teje historias, a veces largas como los fermetandos andinos, a veces cortas como las hamburguesas de Mc Donalds.
Comer un tamal de pipian acompañado con un vaso de chicha es incorporar en nuestro intestino una historia ancestral. Es viajar en el tiempo y probar los sabores de siglos pasados
Por esto no se nos debe hacer extraño que todo evento significativo esté cruzado de una u otra manera por la comida. Hablamos al rededor de la comida, cocinamos juntas y convidamos con otros el resultado. 

Comer es un acto social, es dialogar con otros cuerpos. El perspectivismo amerindio cree que todo existente es una personeidad con intención.
Comer entonces es dialogar con otras intenciones y permitirles entrar a nuestros cuerpos.
No es un monólogo. Comer también es expresar una intención, desde el deseo y el gusto, la aceptación y el rechazo

Quien sirve, quien cocina y quien come decide lo que se siembra y lo que no. Decide como nombrar al plato que será consumido.
Decide las epistemes que se incorporarán al cuerpo 

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